Un Pequeño Relato

Quedé en verme con un amigo para correr, llegué un poco tarde al lugar y noté que mi amigo no estaba. Decidí esperarlo un rato. Cuando llegó noté que no llevaba la ropa adecuada para correr y me comentó que había olvidado sus llaves y, por lo mismo, no se pudo cambiar. Me comentó que para compensar eso me invitaba un frapé y posteriormente me llevaba a mi casa.

Mi respuesta inmediata fue que yo quería realizar mi rutina y le sugerí que nos viéramos otro día. Él me dijo que me esperaría porque de todas formas no podía entrar a su casa.

Inicié mi rutina, di una vuelta y mi amigo estaba caminando en la pista mientras revisaba su celular, supuse que estaba en alguna red social. Una voz interior me dijo que mejor fuera por el frapé. La ignoré.

En la segunda vuelta la voz adquirió más fuerza, por lo que le subí el volumen a la música (siempre corro escuchando música). Empezó a chispear (lloviznar).

En la tercera vuelta seguí escuchando aquella voz interna. Me detuve y le dije a mi amigo que fuéramos por el frapé.

Según yo, ya no iba a dejar que este tipo de cosas me pasaran pero veo que no puedo ser malo con mis amigos, ya que preferí dejar mi rutina mi ejercicio para ir con él. Creo que no puedo negar mi forma de ser...