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Tuve un sueño muy raro.

Estaba en casa de un amigo de la secundaria, no recuerdo qué estaba haciendo pero estaban muchos compañeros de la secundaria y creo que otros amigos de él. Ya recordé, estábamos jugando Guitar Hero, recuerdo estar jugando la canción de "Stay Together for the Kids" de Blink-182 cuando mi amigo me invitó a cenar una torta de asada enfrente de su casa, cruzamos y nos sentamos para cenar. Recuerdo que él pidió unas sabritas y a mi me pidió la torta de asada. Estábamos platicando con los que estaban junto a nosotros en la mesa, al parecer nos conocíamos.

Luego hubo un cambio de lugar, resulta que estaba en un segundo piso viendo a una señora de unos 40 años preparando una medicina para nosotros, se reía mientras la preparaba. Ella estaba en el primer piso y nosotros la observábamos desde el segundo piso. No era un techo muy alto. Enfrente de nosotros había un tazón con esa misma medicina, tenía un aspecto como de avena sólo que era rosada.

Se detuvo frente a nosotros y extendió una cuchara para que tomáramos la medicina que ella llevaba. Al parecer sabía nuestros nombres porque se detuvo y dijo el nombre del que estaba a mi lado sin ver una lista.

Fue entonces cuando le dije que no tenía sentido tener la medicina en la taza si ella pasaba a ofrecernos otra medicina. Tire el plato y empezó el caos.

Ella se molestó e intentó agarrarme pero yo me alejé y tomé una muñeca de ella (tamaño real hecha a su imagen) y empecé a romperla. Recuerdo estar restregándola en una piedra para romperla y azotarle otra piedra en la cabeza.

Escuché que estaba pasando por debajo de mi y bajé por las orillas para llegar hasta ella y la empujé.

Cuando llegué al piso vi que yo no podía caminar bien, me estaba arrastrando. Tomé una cabilla gruesa y empecé alejarme. Mi celular sonó y vi un mensaje que decía "ya estamos acá hijo" así que me estaba dirigiendo hacia la salida.

Estaba debajo de una lona cuando vi que ella se incorporó y traía un arma. Como pude fui golpeando las otras varillas que sostenían la lona para que fuese cayendo. Eso me dio algo de tiempo. A uno de mis compañeros le hice una seña y me entendió.

Cuando llegué a la salida no vi a nadie esperándome, la vi a lo lejos que me estaba apuntando. Disparó y pude ver la bala saliendo de la pistola, al inicio lenta y luego más rápida, me daba tiempo de protegerme con la varilla. 

Logré regresarle una bala la cual le dio en la entrepierna. Se quedó sin balas y entonces desperté.