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Ayer me sentía extraño, sin ganas de hacer algo pero la vida y el tiempo siguen, no se detienen así que vine a trabajar con la esperanza de sentirme mejor, me equivoqué. El sentimiento siguió a lo largo de mi jornada laboral.

Saliendo del trabajo llegué a mi casa y me di un baño, dicen que un baño ayuda a relajarse pero no fue mi caso.

Cené y me puse a jugar un rato, luego me fui a dormir.

Hoy me desperté y sigo con la misma sensación. Generalmente cuando duermo y me levanto se van esas sensaciones pero esta vez no pasó así. Espero, de nuevo, que se me quite con la jornada de trabajo de hoy.